miércoles, 31 de diciembre de 2008

Apogeo de Felicidad: sesentañeros

LA CIENCIA DESCUBRE LAS CLAVES DE LA FELICIDAD[1]
El altruismo pesa más que el hedonismo a la hora de conseguir satisfacción - El bienestar depende por igual de los genes y de nuestra actuación - Los 40 son un bache; los 60 el apogeo
MONICA SALOMONE 28/12/2008

Si es usted un escéptico que no cree en fórmulas mágicas para la felicidad; si la crisis le deja sin dinero para regalos pero con tiempo para dedicar a otros; si entre sus objetivos para 2009 está el conseguir un ansiado bien material... lo que sigue podría interesarle.
Resulta que la búsqueda de la felicidad, del bienestar subjetivo, del sentimiento de satisfacción personal, ya no es cosa de gurús que dan consejos, sino que ha entrado de lleno en el ámbito de las ciencias si no exactas, sí experimentales.
Y algunos de sus hallazgos son sorprendentes. Muestran, por ejemplo, que hay más felicidad en el altruismo que en el hedonismo, y en dormir más cada día que en comprarse un coche nuevo. También se sabe que cada uno de nosotros tiene una felicidad basal dependiente de los propios genes pero no por ello marcada a fuego: es posible manipularla... siempre que se descubran los mandos correctos. Lo bonito del asunto es que entre quienes diseccionan la felicidad para buscar sus ingredientes hay economistas, sociólogos o psicólogos que publican sus trabajos en las revistas científicas de mayor impacto internacional. Sí, hay una búsqueda científica de la felicidad.
El estado de máxima felicidad tiene un nombre: flow, flujo, un concepto acuñado hace dos décadas por el psicólogo de origen húngaro afincado en EE UU Mihaly Csikszentmihalyi, y que hace referencia a la absorción total que experimenta desde quien se entrega por completo a una tarea intelectual hasta quien se sumerge en un videojuego. Csikszentmihalyi es, junto con su colega Martin Seligman, uno de los pioneros de la llamada psicología positiva. Cuando Seligman se estrenó como presidente de la Asociación Psicológica Americana, en 1998, llamó la atención sobre un sesgo en su disciplina: entre 1980 y 1985 la literatura científica incluía 2.125 trabajos sobre felicidad, comparados con 10.553 sobre la depresión. Seligman reivindicó la importancia de estudiar no sólo lo que entristece a la gente sino lo que la hace feliz.
La idea cuajó. Desde 2006 hasta ahora la felicidad ha protagonizado más de 27.300 artículos científicos -aunque la tristeza aún gana, con más de 53.000-. Ahora hay un Journal of Happiness Studies (revista de estudios sobre la felicidad) incluido en el sistema de citas científicas, y una World Database of Happiness, o base de datos mundial, que recopila información al respecto, con sede en la Universidad Erasmo de Rotterdam (Holanda).
La ola ha contagiado, además de a las editoriales -véase la proliferación de obras alusivas, como Emociones positivas, del psicólogo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Enrique G. Fernández Abascal-, a áreas colindantes, como la economía. La Unión Europea acaba de financiar el proyecto Hapiness, una investigación que durará tres años y analizará cómo influyen las condiciones ambientales -desde el clima y la polución a la disponibilidad de servicios educativos o de salud- en el bienestar subjetivo (uno de los sinónimos técnicos para felicidad) de los europeos. La directora del proyecto, Susana Ferreira, del University College en Dublín, espera que los resultados sean útiles para la toma de decisiones "de la clase política y para el público en general".
Ferreira y el resto de investigadores son economistas. No son ni mucho menos los únicos en este campo. En economía es importante saber por qué el público toma las decisiones que toma, y esa pregunta ha guiado a Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía de 2002, hasta la felicidad. Le ha guiado, en concreto, a la siguiente cuestión crucial: si la felicidad es el motor del comportamiento humano, habrá que saber cómo medirla. "Las declaraciones directas de bienestar subjetivo podrían ser útiles a la hora de medir las preferencias del consumidor (...) si esto pudiera hacerse de modo creíble", escribía Kahneman en 2006 en la revista Journal of Economic Perspectives. Y en el mismo párrafo señalaba cómo en economía se da el mismo boom pro-felicidad que en psicología: entre 2001 y 2005 se publicaron más de 100 trabajos sobre economía y felicidad, comparados con sólo cuatro entre 1991 y 1995.
Así pues, ¿cómo se mide la felicidad? Una primera respuesta parece obvia: preguntando a los principales interesados. Las prestigiosas encuestas del European Social Survey (ESS), que se hacen desde 2001, incluyen la pregunta: "¿Cómo es usted de feliz?". No son estudios frívolos. El ESS ha recibido el premio europeo Descartes por su alto rigor científico; su coordinador en España, Mariano Torcal, de la Universidad Pompeu Fabra, estima que cada campaña española del ESS cuesta unos 500.000 euros. El proyecto Happiness utilizará estos datos del ESS.
Hay otras encuestas similares -realizadas con métodos distintos-: el Eurobarómetro y sus equivalentes en otros continentes, o el World Values Survey (WVS), con datos de más de 50 países desde principios de los ochenta.
Los resultados de estas encuestas pintan grosso modo el siguiente panorama. En los países ricos se es más feliz que en los pobres. Bien. Pero superado un nivel mínimo de riqueza, dinero y felicidad se desacoplan: aunque la capacidad adquisitiva se multiplique, el sentimiento de bienestar apenas varía. La paradoja ya la señaló en los años setenta el economista Richard Easterlin, y se corrobora a lo largo de los años. Fernández Abascal lo ha expresado así: "Mis hijos tienen todas las videoconsolas y no son más felices de lo que era mi padre, que jugaba con una cuerda y una caja de cartón en la calle: tenían menos medios, pero los niveles de felicidad eran parecidos".
Las encuestas del WVS también muestran que el nivel de felicidad se mantiene más o menos estable a lo largo de los años, así como las diferencias entre países. En los países nórdicos y en América Latina se declaran más felices que en Asia (Dinamarca, Colombia, Nigeria y Puerto Rico están habitualmente en cabeza). Sin embargo, tras los últimos datos, del pasado julio, Ron Inglehart, el responsable del WVS, llamó la atención sobre el hecho de que desde 1981 la felicidad parece haber aumentado en 45 de los 52 países estudiados. Inglehart y otros autores lo atribuyen a la mejor calidad de vida en países que empiezan a salir de la pobreza y a la extensión de la democracia, supuestamente asociada a más libertad personal.
Pero, en cualquier caso, la foto que proporcionan las grandes encuestas es para muchos demasiado borrosa, así que tratan de afinar con investigaciones más precisas, a menor escala. Algunas dan resultados sobre edad y sexo. En general, hay coincidencia en que son más felices los jóvenes y los jubilados. Un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística francés (INSEE) con encuestas realizadas después de 1975 revela que, tras un bache en torno a los cuarenta años, la felicidad "remonta y alcanza su apogeo durante la sesentena", independientemente del estado civil o el nivel de renta. Y el pasado julio investigadores estadounidenses -Easterlin entre ellos- analizaron décadas de datos antes de concluir que de jóvenes las mujeres se declaran más felices, pero hacia los 48 años las tornas cambian y son ellos quienes se sienten más satisfechos con sus vidas.
En general, hay acuerdo en que estos trabajos muestran que la felicidad se correlaciona con "beneficios tangibles en muchos ámbitos de la vida", ha escrito Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de Stanford. Entre ellos: más probabilidades de estar casado y menos de divorciarse; más amigos y mayor soporte social; más creatividad y productividad en un trabajo de más calidad y bien pagado; más actividad y energía vital; mejor salud mental y física; capacidad de autocontrol; e incluso más longevidad. Además, "la gente feliz no es egoísta; la literatura sugiere que tienden a ser relativamente más cooperativos; caritativos y centrados en los demás", dice Lyubomirsky en Review of General Psychology.
Pero esto no basta para sacar conclusiones sobre la fórmula del bienestar vital, para empezar porque no es posible saber si se está más feliz por estar casado -por ejemplo- o a la inversa. Es decir, hace falta diseccionar a la felicidad más y mejor en el laboratorio. Los investigadores lo están haciendo, con resultados curiosos. Antes han afilado sus armas, es decir, han diseñado nuevos métodos para medir la felicidad, aparte de las encuestas declarativas. Kahneman es autor de uno de ellos.
Varios trabajos sugieren que la felicidad que los individuos declaran cuando se les pregunta en global cómo se sienten es muy influenciable por factores intrascendentes, como la formulación de las preguntas o el que se acabe de tener una experiencia buena o mala -un ejemplo clásico: pacientes que se someten a una prueba desagradable dicen pasarlo menos mal si los últimos minutos son placenteros, aun a costa de prolongar el examen-. Así, Kahneman pide a los sujetos del experimento que asignen un grado de felicidad a cada una de sus acciones diarias, reviviéndolas, y no sólo dando un valor global. Con este método realizó y publicó en Science en 2004 un trabajo con casi un millar de mujeres que declaraban cómo de satisfactorias eran sus actividades: el sexo, salir con amigos y relajarse ante la tele figuraban muy alto en la lista, mientras que dormir poco y una agenda laboral muy apretada eran de lo más desagradable. De nuevo, familia y amigos se revelan importantes, pero no el dinero (cubierto lo básico).
Y este no es el único resultado anti-intuitivo sobre la felicidad. Hay más, como que pacientes operados de cáncer puedan sentirse más felices que personas sanas; que víctimas de accidentes muy graves declaren niveles altos de felicidad; o que -por el contrario- personas que han ganado la lotería no sean, poco después del susto, más felices que el común de los mortales. La explicación podría estar en los genes. Varios estudios con gemelos indican que hay una especie de nivel permanente y personal de felicidad, al que pasado un tiempo todo el mundo tiende a volver pase lo que pase, o casi. Ya en 1996 un trabajo con 4.000 parejas de gemelos sugirió que el sentimiento de bienestar con la propia vida es genético en al menos un 50%. Y este mismo año, investigadores británicos y australianos han vuelto a obtener un resultado similar.
Otro resultado anti-intuitivo: genera más felicidad gastar dinero en los demás que en uno mismo. Lo ha demostrado un trabajo de Elizabeth W. Dunn (Universidad British Columbia, Vancouver, Canadá) en Science el pasado marzo, en el que se daba dinero a voluntarios, se les instruía sobre cómo gastarlo y se medía después su grado de satisfacción personal. Este resultado coincide con otros donde la mayor felicidad se correlaciona con acciones de ayuda a los demás y de promoción de la virtud. El altruismo, concluyen los investigadores, pone sobre la pista de la felicidad mucho más que la búsqueda del placer. "Dado que la gente parece pasar por alto los beneficios, las políticas que lo promuevan podrían ser una buena manera de traducir más riqueza nacional en más felicidad nacional", escribe Dunn.
Pero entonces, si el dinero no da la felicidad y el placer personal tampoco, ¿por qué la sociedad actual parece concentrarse en esos factores? ¿Hay un desenfoque generalizado? La causa podría ser un fenómeno ilusorio que Kahneman describió, en Science y otras publicaciones, en 2006. "Cuando la gente considera el impacto de un único factor en su bienestar -como los ingresos, pero no únicamente-, es propensa a exagerar su importancia; llamamos a esta tendencia ilusión de foco (...). Esta ilusión puede ser fuente de errores en la toma de decisiones importantes", ha escrito este experto.
Este fenómeno tampoco ayuda a estimar la felicidad de los demás. "A todo el mundo le sorprende lo felices que pueden ser los parapléjicos", ha dicho Kahneman. "La razón es que no son parapléjicos todo el tiempo. Disfrutan de sus comidas, de sus amigos. Leen las noticias. Tiene que ver con dónde se pone la atención".
Todos estos experimentos tienen un objetivo final: ayudar a mejorar el grado de felicidad personal. No es una utopía, dicen los investigadores. Los genes, al fin y al cabo, dejan un 50% de espacio a la autoexperimentación. Se puede empezar por estas Navidades: pedir menos a los Reyes y ser, en cambio, más generoso...

Lo que el dinero no da
"Aquellas personas con más ingresos que la media están relativamente satisfechas con sus vidas, pero apenas son más felices que los demás en cada momento; tienden a estar más tensas; y no dedican más tiempo a actividades especialmente divertidas. Es más, el efecto de los ingresos en la satisfacción vital parece ser transitorio", escriben en Science (junio 2006) Daniel Kahneman y otros economistas y psicólogos.

No es el único trabajo que explora el efecto del dinero en quien lo posee. También en la revista Science, en noviembre 2006, psicólogos y expertos en marketing estadounidenses concluyen que el dinero hace sentirse a la gente más autosuficiente, y comportarse en consecuencia. "Los resultados de nueve experimentos sugieren que el dinero hace que la gente prefiera sentirse libre de las dependencias y de los dependientes", escriben los investigadores. Cuando se estimulan los pensamientos relacionados con el dinero la gente "pide menos ayuda y está menos dispuesta a ayudar a los demás".

Esto explicaría, según estas fuentes, "por qué el dinero es visto a la vez como el mayor de los bienes y de los males. A medida que los países y las culturas se desarrollaron el dinero habría permitido adquirir bienes y servicios (...) a la vez que disminuían los lazos con amigos y familia. De esta forma, el dinero fomentó el individualismo pero redujo las motivaciones comunes, un efecto aún aparente en la respuesta que hoy da la gente al dinero".


[1] Gracias al hallazgo y aporte de nuestro querido amigo y condiscípulo Carlos Arrieta podemos disfrutar de este interesante artículo del diario "El País" de Madrid, el mismo que este grupo editor publica a fin de reflexionar y compartir comentarios.

martes, 23 de diciembre de 2008

FIESTA DEL REENCUENTRO

Esperemos que el próximo 2009 que cumplimos 45 de haber salido de nuestro querido colegio podamos reunirnos para celebrar con una FIESTA DEL REENCUENTRO como la de la foto del Baile de Promoción.

Ojalá podamos reunir a todos inclusive los foráneos y los que alguna vez nos acompañaron.

Este es mi más grande deseo.

Saludos, César Reátegui.


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FELIZ NAVIDAD

Unimos sentimientos cristianos de paz y prosperidad por navidad y año nuevo, extensivos a la gran familia agustiniana.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Jin Jan: equilibrio

Introducción al arte del Tai Chi Chuan.

El origen del Tai Chi Chuan es China. "Tai Chi" (Tai Ji) es el nombre chino del símbolo "Yin - Yang" y "Chuan" (Quan) significa arte marcial. El principio encarnado en el símbolo Yin -Yang, es una concepción fundamental perteneciente a la filosofía china denominada filosofía Taoísta; que sostiene que el Universo está regido por la interacción de dos fuerzas polares complementarias y opuestas, que representan a todos los pares de opuestos que existen (luz - sombra, frío - calor, suave - duro, etc.) y que por definición no pueden existir uno separado del otro. A este juego entre Yin y Yang, hace referencia el nombre de este arte marcial, reflejado en la alternancia continua entre la suavidad de los movimientos defensivos (Yin), y la potencia en los movimientos ofensivos (Yang).

Dado el excesivo desequilibrio que tiene el ser humano hacia el lado visible, exterior, fuerte y tenso de la vida (Yang), el Tai Chi Chuan invita a sus practicantes a tomar consciencia del otro lado (Yin): suavidad, interiorización, relajación, etc. para finalmente lograr un equilibrio entre ambos lados. Esta filosofía se orienta hacia la armonización del individuo y de sus actividades. poniendo especial énfasis en la relajación y en el entrenamiento interno, con el propósito de cultivar una buena salud, calma interior y auto-defensa, desarrollando equilibrio, flexibilidad, relajación, enraizamiento, sentido de centro, de eje central, de esfera, de cambio y de desplazamiento, trabajando desde la postura hacia el movimiento centrado y circular.

En la práctica de Tai Chi Chuan están reunidas:
· Un sistema de gimnasia que utiliza entrenamiento postural y series de ejercicios de movimientos lentos, coordinados, continuos y muy precisos con el fin de fortalecer, flexibilizar y relajar el cuerpo de una manera progresiva y global (Chi Kung).
· Un método de meditación que enseña a serenar y concentrar la mente.
· Un arte marcial que utiliza una combinación de suavidad y potencia basado en ceder y tomar la fuerza del adversario para usarla a nuestro favor.
· Un herramienta para el desarrollo personal que enseña a equilibrarse interiormente y a armonizarse con el mundo que nos rodea.

El Tai Chi Chuan no está basado en el cultivo de la fuerza bruta, ni de la velocidad, ni de la picardía. La práctica implica un cambio en la forma habitual de percibir y reaccionar frente a los conflictos, buscando dejar de lado nuestras reacciones habituales de chocar, tensarnos y bloquearnos, para poder usar la fuerza del oponente a nuestro favor y cultivar el arte de "no resistir".

En los últimos años el nombre "taichi" se aplica también a la gimnasia suave de orígen chino. El nombre correcto de la disciplina que incluye a "la gimnasia suave china" entre otra serie de prácticas energéticas es Chi Kung. Esta práctica de salud y relajación puede incluir algunas prácticas de Tai Chi Chuan, generalmente formas. Tai Chi Chuan es un arte que no sólo trabaja la lucha con mano vacía, sino también armas, fundamentalmente sable, espada recta y lanza y al igual que en otras artes marciales, en Tai Chi Chuan existen diferentes estilos, los más importantes son: Chen, Yang, Wu, Hao y Sun. Los principios que rigen el arte son iguales para todos los estilos, las diferencias entre estilos se asientan en la manera de usar el cuerpo para lograr estos principios.

Tai Chi y conflicto
EL símbolo Tai Chi, representa la COMPLEMENTARIEDAD, INTERDEPENDENCIA, INTERRELACIÓN e INTERCONEXIÓN de todo, que todo está en constante cambio y movimiento y señala un camino de armonía en todas las relaciones.

La práctica del Tai Chi Chuan no contiene solamente un aspecto técnico, también implica un cambio en la manera de percibir los conflictos y un cambio en la forma de resolverlos. La posibilidad de conflicto está implícita en cada relación, ya que se produce cuando dos o más vectores de fuerza se interfieren o chocan, algo que ocurre muy a menudo. El conflicto no es ni positivo ni negativo, es algo que existe y algo que tenemos siempre adelante, ya que se trata de la forma que tiene la naturaleza de cambiar y evolucionar. Conflicto significa necesidad de cambio, el enfrentamiento se produce cuando hay resistencia al cambio. Por tanto conflicto NO significa enfrentamiento. En dónde mejor se percibe este aspecto es en el entrenamiento de Tui Shou.

Resistirse es el camino para convertir el conflicto en enfrentamiento, produciendo estancamiento, aprendizaje doloroso y destrucción gratuita. La aplicación de los principios implicados en el símbolo Tai Chi nos permiten evolucionar, aprender descubriendo y desarrollar nuestra creatividad.
Cada persona tiene el poder de elegir convertir los conflictos: en enfrentamientos o en nuevas posibilidades creativas, es una cuestión de enfoque, actitud, y decisión personal.

En: http://www.taichichuanasturias.com/articulos.htm

jueves, 18 de diciembre de 2008

Energizantes: alerta a la salud

LA VERDAD SOBRE LA BEBIDA 'RED BULL'
Esta bebida se vende en todos los supermercados de nuestro país. Es de venta libre, está de moda, cualquiera de nosotros la puede consumir y probarla aunque sólo sea por curiosidad... y puede ser mortal.
RED BULL fue creado para estimular el cerebro en personas sometidas a un gran esfuerzo físico y nunca para ser consumido como una bebida inocente o refrescante.
RED BULL se comercializa a nivel mundial con su slogan: 'Aumenta la resistencia física, agiliza la capacidad de concentración y la velocidad de reacción, brinda más energía y mejora el estado de animo'. Todo eso se puede encontrar en una latita de RED BULL, la bebida energizante del milenio, -según sus codiciosos propietarios-.
RED BULL ha logrado llegar a casi 100 países de todo el mundo. La marca del Toro Rojo tiene como principales consumidores a jóvenes y deportistas, dos segmentos atractivos que han sido cautivados por el estímulo que produce la bebida.

HISTORIA:
Bebida creada por Dietrich Mateschitz, empresario de origen austriaco, quien la descubrió en un viaje de negocios a Hong Kong, cuando trabajaba para una empresa fabricante de cepillos de dientes. El liquido -basado en una formula que contiene cafei­na y taurina- causaba furor en ese país; entonces pensó en el rotundo éxito que esta bebida tendría en Europa, donde todavía no existía este producto, además de ver una oportunidad de convertirse en empresario.
PERO LA VERDAD DE ESTA BEBIDA ES OTRA
En Francia y Dinamarca la acaban de prohibir por ser un coctel de la muerte, debido a sus componentes de vitaminas mezcladas con GLUCURONOLACTONE.
GLUCURONOLACTONE es un químico altamente peligroso, desarrollado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos en los años 60 para estimular la moral de las tropas acantonadas en VietNam, el cual actuaba como una droga alucinógena que calmaba el estrés de la guerra. Pero sus efectos en el organismo fueron tan devastadores, que fue descontinuado ante el alto índice de casos de migrañas, tumores cerebrales y enfermedades del hígado que mostraron los soldados que lo consumieron.
Y a pesar de ello, en la lata de RED BULL se lee en sus componentes: GLUCURONALACTONE, catalogado medicamente como un estimulante. Pero lo que no dice la lata de RED BULL, son las consecuencias de su consumo, que obligan a colocar una serie de

ADVERTENCIAS:
1. Es peligroso tomarlo si después no haces ejercicio físico, ya que su función energizante acelera el ritmo cardíaco y te puede ocasionar un INFARTO FULMINANTE.
2. Corres el peligro de sufrir una HEMORRAGIA CEREBRAL, debido a que el RED BULL contiene componentes que diluyen la sangre para que al corazón le cueste menos bombearla, y así poder hacer un esfuerzo físico con menos agotamiento.
3. Está prohibido mezclar el RED BULL con alcohol, porque la mezcla convierte la bebida en una 'bomba mortal' que ATACA DIRECTAMENTE AL HÍGADO, provocando que la zona afectada no se regenere nunca mas.
4. Uno de los componentes principales del RED BULL es la vitamina B12, utilizada en medicina para recuperar a pacientes que se encuentran en coma etílico -coma producido por consumo de alcohol-. Es por ello que al tomarlo se produce hipertensión y un estado de excitabilidad, como si estuvieras borracho sin haber tomado bebidas alcohólicas.
5. El Consumo regular de RED BULL desencadena la aparición de una serie de enfermedades nerviosas y neuronales irreversibles -no hay recuperación-.

CONCLUSIÓN:
Es una bebida que debería prohibirse en el mundo entero. Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y otros países del Caribe están alertando a otras naciones, ya que la mezcla de esta bebida con alcohol crea una bomba de tiempo para el cuerpo humano, principalmente entre los adolescentes y adultos ignorantes por su poca experiencia.

POR TRATARSE DE UN TEMA DE SALUD PÚBLICA, POR FAVOR PASA ESTE ARCHIVO A TODOS SUS CONTACTOS, HIJOS E HIJAS Y SAQUEN COPIAS PARA MOSTRARLO A TODAS LAS PERSONAS QUE CONOZCAN. PRESIONA AQUÍ PARA BAJAR EL ARCHIVO.

Esta bebida se vende en supermercados y comercios del país y cualquiera de nosotros, nuestros amigos, o nuestros hijos la pueden consumir para probarla, atraídos por la publicidad puede ser mortal.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

COAUTORES «BlogPromo»: felicita

Amigos y condiscípulos, sinceras felicitaciones a Gastón Barnechea y Arturo Jarque por haberse registrado como coautores del blog abierto de la promoción al que denominamos «BlogPromo» para diferenciarlo del blog privado «PromoBlog». Ahora Gastón y Arturo pueden editar y publicar sus propios artículos, siempre de interés a los fines del «Círculo Agustino» y bajo su propia responsabilidad. Seguimos atentos a nuevas adhesiones al citado medio virtual, a fin de optimizar su uso con temas de actualidad y proyección a nuestra comunidad institucional y nacional. Saludos.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Memorias de Promoción

Queridos amigos y condiscípulos de la LVIII Promoción San Agustín de Lima 1964, a fin de que este Comité prepare la pre-edición de las «Memorias de Promoción» para su oportuna publicación con motivo de las bodas de oro promocionales, se invita a todos y cada uno de los integrantes a preparar sus respectivas semblanzas personales, para cuyo efecto esperamos redactar las anécdotas individuales a propuesta de los interesados y con el apoyo de los amigos más cercanos al aludido. Seguimos atentos tus comentarios y sugerencias. Saludos.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Fundadores del Circulo

Registro de Fundadores del «Círculo Agustino»

ALVIZURI CAVERO, EDUARDO 11/10/8
ARCE PUYÓ, TORIBIO 2/1/9
ARENAS BENZA, CARLOS 5/1/9
ARENAS BENZA, JOSÉ 5/1/9
ARRIETA FREYRE, CARLOS 29/10/8
ARTEAGA ELGUEDAS, WALTER 11/10/8
ATKINS FIGUEIREDO, JORGE 12/1/9
BARNECHEA LANDA, GASTÓN 5/1/9
CACERES DOMHOFF, BENJAMIN 21/12/8
CASTRO DAVILA, EDWIN 12/1/9
CAVASSA ARENAS, MIGUEL 5/1/9
COLLANTES ÁLVAREZ, JAVIER 12/1/9
COX CASSINELLI, ENRIQUE 1/12/8
DOIG CAMINO, JEAN JESU 11/10/8
DONGO ORTEGA, ALFONSO 5/1/9
DONGO ORTEGA, JORGE 5/1/9
GARCÍA GODOS BRICEÑO, ALBERTO 30/10/8
JARQUE MATOS, ARTURO 25/11/8
LEÓN RABINES GIRONDA, HUMBERTO 26/10/8
LEZAMETA NORIEGA, ALFREDO 8/12/8
LÓPEZ BAIGORREA, MANUEL 26/12/8
LOSTAUNAU ANDERSON, JAIME 12/1/9
MARTELL LAMAS, CARLOS 3/12/8
MONTORI ALFARO, HÉCTOR 5/1/9
QUIROZ RIOS, CARLOS 11/12/8
RAMIREZ CAMINO, OSCAR 9/1/9
REATEGUI OSTOLAZA, CESAR 8/12/8
REBATA SOLARI, LUIS 5/12/8
RUIZ CLAEYSSEN, CARLOS 12/1/9
RODRÍGUEZ ALMANDÓS, CÉSAR 23/12/8
ROMANI INSUA, GUSTAVO 5/1/9
ROSADO VILCHEZ, LUIS 2/12/8
VALDERRAMA GALLEGOS, JORGE 5/1/9