sábado, 28 de marzo de 2009

Corrupcion: transparencia

PUNTO DE VISTA
Corrupción. Más allá de los mitos.
Soborno, coima, mordida... Tres formas de denominar a la auténtica plaga de la sociedad actual. Una clave para frenar su expansión es mejorar la transparencia de la gestión pública y privada.
Por Bernardo Kliksberg 08/03/2009

Según los tribunales americanos, Siemens pagó, entre 1998 y 2004, 40 millones de dólares en soborno a altas autoridades argentinas para conseguir un contrato de 1.000 millones de dólares para producir nuevos documentos de identidad. También pagó en 2004 en México 2,6 millones de dólares por un proyecto en modernización de refinerías. Estos sobornos eran, como aceptó la mayor empresa de ingeniería europea en los tribunales, parte de una práctica sistemática de décadas que fue aplicada en múltiples países. En los países muy corruptos, los sobornos eran casi el 40% de los contratos; en otros, del 5% al 6%. La empresa deberá pagar en total 2.600 millones de dólares en EE UU y Alemania en multas e investigaciones y reformas. Informa el New York Times que Friedrich, jefe de la División Criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos, señaló que la corrupción en ella "era sistemática y extendida"; el director del FBI de Washington que lideró la investigación la llamó "masiva y cuidadosamente orquestada". Tan insertada estaba la corrupción en la cultura corporativa que uno de los principales operadores de los sobornos, Siekaczek, alegando que eran prácticas extendidas, afirmó después de haber admitido su culpa: "La gente dirá después de Siemens que no hemos sido afortunados, que hemos roto el mandamiento número 11. Ese mandamiento dice: no permitas que te descubran".
Cuanto más equitativas son las sociedades y mayor es la participación social, menor será la corrupción.
Haití acaba de recuperar varios millones de dólares que los Duvalier habían transferido a cuentas suizas.
Los costos económicos de la corrupción son altísimos, y los pagan finalmente los consumidores y los contribuyentes. Destruye la confianza, elemento clave de la economía. Socava el sistema de valores morales y crea nihilismo en los jóvenes.
Hay varios mitos respecto a ella que correspondería revisar en América Latina:
Primer mito. La corrupción es esencialmente pública. El caso de Siemens, y múltiples otros similares como, entre otros, la quiebra del principal banco privado dominicano hace algunos años, que absorbió recursos vitales para el país; el soborno comprobado realizado por ejecutivos de una transnacional líder en Argentina para vender masivamente informatización al principal banco público, han mostrado que la corrupción no es sólo pública. La corrupción corporativa es parte importante del problema global. En los hechos, los esquemas de corrupción suelen entrelazar a ejecutivos públicos y privados.
Hasta 1999 en que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) penó la corrupción, el código fiscal alemán, entre otros, permitía la deducción de los sobornos como "gastos de negocios". El Pacto Global de la ONU terminó de oficializar a la corrupción como tema para la empresa privada en 2004, al agregar la lucha contra ella como décimo principio de su Código de Responsabilidad Social Empresarial.
Segundo mito. La corrupción se concentra en las coimas que los ciudadanos pagan a funcionarios. La coima en los países de Suramérica, la mordida en México y otras similares son claras expresiones de corrupción que deben ser combatidas y erradicadas. Sin embargo, los costos mayores los paga la sociedad en las grandes operaciones de colusión económica, entre empresas y funcionarios, como los que se han dado, entre otros, en el mercado de armas y en otras formas de corrupción más silenciosas. Entre ellas, las connivencias entre el crimen organizado y miembros de la policía, la influencia sobre el sistema judicial, los crímenes medioambientales.
Uno de los grandes temas que surgen cuando se eleva la vista de las coimas es el de la transparencia de la financiación en los procesos electorales. En un incisivo estudio de Ethos y Transparency International en Brasil al respecto (2008), más de 2/3 de las empresas firmantes del pacto por la integridad y contra la corrupción consideraron sobre esta estratégica cuestión que "las empresas deben apoyar iniciativas de la sociedad civil que monitoricen la financiación de la política", "las empresas deben revelar sus donaciones políticas al margen de lo que hagan los partidos y los candidatos", "las empresas solamente deben apoyar candidatos comprometidos con la divulgación de las donaciones".
Tercer mito. La opinión pública latinoamericana es pasiva frente a la corrupción. Está sucediendo lo contrario. El latinobarómetro y la encuesta mundial de valores muestran un rechazo generalizado, una enorme indignación por la impunidad y la exigencia creciente por respuestas contundentes.
Cuarto mito. La corrupción es un tema básicamente policial. Una investigación de la Universidad de Harvard muestra que es mucho más complejo. Trató de medir en 100 países con qué causales estaba más conectada. Las correlaciones econométricas identificaron que la principal eran los niveles de desigualdad. Cuanto mayores son las asimetrías en una sociedad, élites reducidas tienen el control de las grandes decisiones económicas, de los recursos, de la información, y las grandes mayorías tienen grados mínimos de información y de participación real. En esas condiciones hay, según los investigadores, "incentivos perversos" para las prácticas corruptas, porque los grupos de alto poder no tienen control y pueden actuar con impunidad. La corrupción, a su vez, aumenta la desigualdad. Se ha estimado que un aumento de un punto en el índice de corrupción hace aumentar el coeficiente Gini de desigualdad en 5,4 puntos.
Cuanto más equitativas las sociedades y mayor la participación de las mayorías, en educación, salud, información e incidencia en las decisiones, mejor podrán vigilar, y protestar, y menor será la corrupción.
Estos resultados son particularmente significativos para América Latina, por ser la región más desigual del planeta. Uno de los costos silenciosos de la desigualdad son los incentivos para la corrupción.
¿Cómo combatir la corrupción en la región? Mejorar la equidad y superar los mitos señalados, y otros, profundizando sobre sus causas, son recomendaciones básicas.
Junto a ello son imprescindibles vigorosas políticas de reforma y fortalecimiento del poder judicial, apoyo a la profesionalización de las instituciones policiales vinculadas con la investigación de estos delitos, establecimiento de instituciones reguladoras sólidas y dotadas de capacidad técnica efectiva, gestión activa para la recuperación de activos en el exterior. Después de largas gestiones, el empobrecido Haití acaba de recuperar varios millones de dólares que la dinastía Duvalier había depositado en cuentas suizas.
Una clave para enfrentar la corrupción es ampliar las posibilidades del control social. Ello significa, entre otros aspectos, maximizar los grados de transparencia de la gestión tanto pública como privada e instalar mecanismos institucionalizados de participación continua de la población. Son significativos los resultados logrados con desarrollos en los que América Latina fue pionera en los últimos años, como el presupuesto municipal participativo de Porto Alegre, que se ha convertido en una referencia mundial en la materia y se ha extendido bajo diversas fórmulas a centenares de ciudades de la región. La apertura plena de los presupuestos, su análisis por la ciudadanía, su selección directa de prioridades, la rendición de cuentas, generaron una gestión local muy mejorada y redujeron sensiblemente los niveles de corrupción y de clientelismo.
A todo lo anterior deberá sumarse trabajar en la familia, la educación y los medios masivos para fomentar una "cultura de la transparencia y la responsabilidad". Ambos significan que el otro importa. La corrupción es lo contrario: egoísmo maximizado. En los noventa, en Argentina, donde este año se están llevando adelante 15 procesos judiciales contra políticos, ex funcionarios, empresarios y banqueros de esa década, algunos sectores de la población llegaron a invertir los valores. Los funcionarios y empresarios que robaban cubriendo sus operaciones eran percibidos como "unos vivos"; los que no lo hacían, "una especie de idiotas". La década de políticas ortodoxas extremas destruyó parte de la clase media y de las oportunidades para la mayoría de la población en ese y otros países de la región, pero, además, erosionó profundamente los valores básicos.
Las sociedades reaccionaron, pero hay que continuar trabajando ese plano fundamental. Los países que encabezan la tabla mundial de integridad, como los nórdicos, tienen altos grados de equidad, instituciones sólidas, un poder judicial ejemplar, pero, además, la cultura rechaza a los corruptos, son "parias sociales". La ilegalización "cultural" además de jurídica de la corrupción es la doble batalla a dar.
La investigación de Harvard es alentadora, concluye que "después de todo, la corrupción no es un destino".

* Economista. Artículo publicado en El País el 8 marzo 2009.

viernes, 27 de marzo de 2009

Libertad responsable: consecuencias

PUNTO DE VISTA
Cólera populista
Por Diego García Sayán*

“Cólera populista” (“populist anger”) es como el New York Times califica la airada reacción de la sociedad estadounidense frente la escandalosa asignación de 165 millones de dólares a los directivos de la gigante AIG. Diariamente aparecen en Estados Unidos distintas manifestaciones de esta “cólera”; contra los bancos, otras entidades financieras, Wall Street y hasta contra las compañías que emiten tarjetas de crédito, tan cruciales en la vida diaria de las familias norteamericanas habituadas a gastar más que a ahorrar.
Todo esto se va reflejando cada vez más en el terreno político con el colapso de varios tótems del sistema. Los cuestionamientos radicales a las –hasta hace poco sacrosantas corporaciones financieras, las acusaciones contra políticos y los contenidos de los medios de comunicación, presentan un panorama impensable en los Estados Unidos hasta hace seis meses. A un punto en el que muchas de las cosas que hoy ocurren en Washington parecerían sacadas del curso usual de la azarosa política latinoamericana.
Primero, diversos actores políticos buscan parecer –y comportarse “enérgicos” frente a las grandes corporaciones en diaria emulación por ver quién es más duro con bancos y banqueros. Nada que ver con el discurso de Reagan o Bush de llenar de beneficios tributarios al gran capital y de asignarle el papel medular en el bienestar ciudadano. Hoy AIG es la “bestia negra” –que simboliza a otras corporaciones y sus directivos son presentados como sinvergüenzas (percepción que, por lo demás, coincide con la realidad). La “cólera populista” es recogida y retroalimentada por los políticos que han llegado, incluso, a aprobar en la Cámara de Representantes un impuesto retroactivo y confiscatorio (90%) a los bonos recibidos por mandamases de empresas auxiliadas por el gobierno.
Segundo, el enardecimiento de los debates y las cotidianas acusaciones contra políticos y financistas a los que se sindica como responsables de la crisis o como aprovechadores de la ayuda gubernamental. El lenguaje y estilo de nuestros más encendidos congresistas nacionales buscando cámara en las escalinatas de la Plaza de la Inquisición empalidece al lado de lo que se dice estos días. Por ejemplo, contra el hasta entonces respetado Senador Demócrata Christopher Dodd, acusado de ser el responsable de meter en la ley el artículo que permitió el pago de los bonos a directivos de AIG (conocida por haber financiado las campañas del propio Dodd). Al lado de eso, Petrotech y los “faenones” son un Chancay de a medio. Las sanciones que urbi et orbi se pide contra los Madoff, Stanford y otros, incluyen la cárcel y mucho más. Semejanza con las propuestas que algunos hacen en nuestro medio, por ejemplo, de declarar imprescriptibles los delitos de corrupción en la búsqueda de componer música para los oídos de los electores.
Tercero, el espacio central que pasa a ocupar lo público y la acción del Estado como respuesta a las angustias y necesidades ciudadanas. Hablar de nacionalizaciones, masivas inversiones públicas y poderosas entidades de regulación, es pan de cada día habiendo dejado de ser la diabólica herejía que era hasta setiembre del año pasado. Finalmente, los medios de comunicación que buscan sintonizar con las preocupaciones y angustias de la gente (es decir de los “clientes” de los medios). Que, sin “querer queriendo”, echan más leña al fuego de la “cólera populista”.
¿Qué irá emergiendo de todo este remezón en los Estados Unidos? La revaloración de lo público, el reforzamiento del Estado en su capacidad regulatoria del sector financiero, el aumento de la inversión pública y el mejoramiento de la cobertura y calidad de la salud y la educación es el resultado deseable. Se requiere para ello, sin embargo, un liderazgo claro y una estrategia de largo plazo muy coherente, lo que le presenta a Obama su más grande reto.
* Abogado. Artículo publicado en La República, Perú, Vie, 27/03/2009

viernes, 20 de marzo de 2009

Crisis mundial: responsables

PUNTO DE VISTA
Los culpables de la crisis mundial
Por Time*

La revista norteamericana Time realizó una encuesta para determinar cuáles eran los rostros de la crisis financiera más grave de su historia, que ha arrastrado al mundo hacia una profunda recesión. Elaboró una lista de 25 personas que tenían algún grade de intervención y responsabilidad, sometiéndola a una votación global por la Internet. 2.5 millones de personas respondieron a la encuesta. El orden de la lista fue elaborado en base a dos criterios: (i) el número de votos totales obtenidos y (ii) el grado de “culpabilidad”, en una escala de 10 a 1, que según los participantes de la encuesta, tenía cada uno de ellos. La revista brasileña Veja toma esta lista y le añade información y juicios de valor.
A continuación, la famosa lista. Disculpen la extensión, pero estos personajes y lo que hicieron, son muy reveladores de la profundidad, extensión y bajeza moral de la crisis:
1. Angelo Mozila: fundó y dirigió Countrywide, la compañía privada que hizo más préstamos inmobiliarios en Estados Unidos. Cuanto más prestaba más dinero se llevaba al bolsillo. Se embolsicó 470 millones de dólares entre el 2001 y el 2006. Ese año vendió su empresa, con todos los malos créditos incluidos, al Bank of América, hoy día en crisis.
2. Phil Gramm: ex presidente del Comité de Bancos de Senado norteamericano. Fue el principal defensor de la desregulación de Wall Street. Propuso y logró la aprobación de sus colegas senadores, el bloqueo de la fiscalización de los productos financieros “exóticos” que eran sospechosos desde hacía buen tiempo.
3. Alan Greenspan: es la única persona que pudo evitar, a sola firma, la crisis. Presidió la Reserva Federal (el banco central de USA) entre 1987 y 2006 (19 años!). Alimentó la burbuja inmobiliaria y especulativa al mantener los intereses de su institución (que sirven de referencia a todo el sistema financiero) extremadamente bajos. Durante todo su mandato combatió la regulación “excesiva” del ejecutivo.
4. Christopher Cox: ex presidente de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC en inglés). Ocultó decenas de investigaciones realizadas por funcionarios de su institución sobre los malos manejos financieros, incluyendo la efectuada a Bernard Madoff, el mayor estafador de Wall Street.
5. Los consumidores (as) norteamericanos: ellos gastaron demasiado, comprando casas, autos, televisores, abusando de sus tarjetas de crédito. Sin su voracidad consumista no hubiera existido esta burbuja inmobiliaria y financiera. La deuda (en relación a su ingreso total) que era de 60% en 1982, pasó a ser de 130% en el año 2007. Es decir, gastaban más de lo que ganaban; o, lo que es lo mismo, no ahorraban nada.
6. Hank Paulson: dejó la presidencia del Banco de inversiones Goldman Sachs para asumir el cargo de Secretario del Tesoro (ministro de economía), nombrado por el gobierno de George Bush. No hizo nada por detener la bomba financiera, cuyos engranajes conocía perfectamente. No pudo evitar la quiebra del Banco financiero Lehman Brothers, evento que precipitó la crisis.
7. Joe Cassano: llevó hasta la falencia económica a la principal empresa de seguros de Estados Unidos – AIG. Fue jefe de su unidad financiera, invirtiendo 25 billones de dólares en “derivativos”, instrumentos financieros que resultaron tóxicos. El gobierno norteamericano la estatizó y le ha colocado 150 billones de dólares, aunque todavía no tiene las cuentas en azul.
8. Ian McCarthy: presidente de la constructora Blazer Homes, que desarrolló una estrategia infalible para ganar dinero. Atraía a los compradores que no tenían ingresos; no sólo les ofrecía las casas sino también dinero en efectivo para pagar las primeras cuotas de los préstamos. Con esta cartera de clientes, elaboraba historias de crédito impecables que avalaban más fondos para multiplicar su sistema. Por cada venta, por su supuesto, lo primero que cobraba era su comisión.
9. Frank Raines: presidió Fannie Mae, parte del oligopolio de a dos, que dominó el mercado de los préstamos hipotecarios en USA, hoy día estatizada. Dejó el cargo acusado de haber cometido diversos delitos. Bajo presión del gobierno y del Congreso, expandió los créditos hipotecarios a sectores de bajos ingresos, muchos de los cuales no tenían cómo pagarlos.
10. Kathleen Corbet: dirigió la agencia clasificadora de riesgo Standard and Poors, una de las tres mayores empresas en este sector. Avaló como ultra seguras inversiones que, en la realidad, eran extremadamente riesgosas. Con ello, atrajo a miles de inversionistas individuales e institucionales y los llevó a la ruina.
11. Dick Fuld: conocido como el “gorila de Wall Street”, colocó a Lehman Brothers en el área de las hipotecas. Se especializó en mezclar, dentro de un mismo producto financiero, créditos malos con buenos, argumentando que los buenos cubrirían los riesgos de los malos. Se embolsó 485 millones de dólares entre bonos y salarios.
12. Marion y Herb Sandler: crearon el Sandler’s World Savings Bank, el primero en ofrecer créditos que exoneraron a los deudores de pagar las cuotas iniciales, inclusive los intereses (es decir, no pagaban nada), empujando indefinidamente los plazos de los préstamos, para mantener una cartera “sana” (sin morosidad). La pareja se llevo 2.3 billones de dólares cuando vendieron su banco a otra institución financiera (que recién se debe estar enterando de las malas deudas).
13. Bill Clinton: lideró a los Estados Unidos a una prolongada era de prosperidad, y también de desregulación. Presionó al sistema financiero para conceder un volumen cada vez mayor de créditos inmobiliarios a sectores de bajos ingresos. También aceptó una menor fiscalización de los bancos.
14. George Bush: por razones ideológicas, ablandó drásticamente la regulación de las empresas y los bancos. Sus asesores bloquearon cualquier intento de fiscalizar los “hedge funds” y otros instrumentos financieros dudosos. La especulación financiera y las estafas, si bien vinieron de atrás, se aceleraron notoriamente durante su mandato. Tendrá el dudoso honor de haber estado gobernando Estados Unidos cuando estalló la crisis, a fines del 2008, quemándole el pastel a su sucesor, el senador MacCain.
15. Stan O’Neal: durante su presidencia, Merrill Lynch dejó de ser un banco de inversiones convencional, con ingresos basados en honorarios por sus consejos y asesoría a los inversionistas, y pasó a comprar créditos dudosos para luego venderlos empaquetados como si fueran una buena inversión.
16. Wen Jiabao: si el crédito barato fue la cocaína de la crisis financiera, China fue uno de los principales proveedores del producto. Bajo su mandato como presidente, China se transformó en el principal acreedor de Estados Unidos, al estimular las exportaciones chinas, generar el agudo desbalance comercial con USA, una avalancha de dólares y masivas compras de bonos del tesoro, que le permitieron al gobierno norteamericano seguir incrementando sus déficits, tanto fiscales, como de balanza comercial. La china tiene hoy día 1.7 trillones (millones de millones) de dólares en títulos del gobierno de USA.
17. David Lereah: ex economista en jefe de la Asociación Nacional de Corredores de Vivienda que proclamaba que el valor de las casas crecería para siempre. En su muy vendido libro “Are you missing the real state boom?” (¿Se está perdiendo el boom inmobiliario? ), alimentó la especulación y el sobre consumo de los norteamericanos.
18. John Devaney: fue un entusiasta promotor del ingreso de los hedge funds al mercado de los créditos basura. Su desfachatez fue impresionante; en una entrevista para la TV dijo: “los inversionistas que compraban mis productos financieros eran unos verdaderos idiotas”.
19. Bernard Madoff: su pirámide financiera de 50 billones de dólares engañó a empresas, instituciones, individuos, iglesias y sociedades de beneficencia. Los inversionistas y los bancos que le entregaban su dinero nunca desconfiaron porque estaban muy satisfechos con los altos retornos que ofrecía. Era considerado un genio de las finanzas en Wall Street.
20. Lew Ranieri: en los años 70s inventó la “securitizació n”, proceso por el cual los bancos podían empaquetar los préstamos y venderlos a inversionistas institucionales, principalmente a los fondos de pensiones. Esta innovación “redujo los riesgos” y elevó exponencialmente el volumen de los créditos; al mismo tiempo, ocultó el origen de los préstamos y a los deudores primarios de los mismos.
21. Burton Jablin: Dueño de una cadena de TV que se dedicaba a inflar la burbuja inmobiliaria. Enseñaba a sus espectadores a obtener créditos baratos y con las mejores condiciones para comprar sus casas, pagando el mínimo (o no pagando). Los nombres de sus programas eran: “Cuánto vale mi casa” y “Cazadores de inmuebles”.
22. Fred Goodwin: con adquisiciones arriesgadas transformó al Royal Bank of Scotland, del que era presidente, en un banco global. Su mayor operación fue la compra de su rival holandés, ABN Amro, por 100 billones de dólares. El problema fue que no tenía este capital para comprarlo, es decir, para alimentar su voracidad.
23. Sandy Weill: fue el que decidió que los bancos podían ofrecer “cualquier cosa” a sus clientes. Bajo su comando, el Citigroup, que tenía una estrategia de crecimiento prudente, adoptó la cultura de las adquisiciones agresivas. Fue el símbolo de la megalomanía financiera. Hoy su banco tiene que ser “salvado” por el gobierno.
24. David Oddsson: como primer ministro y presidente del Banco Central de Islandia, transformó a su pequeño país en un experimento del libre mercado (ver los comentarios elogiosos de todos los neoliberales del mundo). Estimuló la versión radical del emprendedorismo financiero, basado en los préstamos irresponsables. Hoy día su país es el más afectado por la crisis, y está al borde de la falencia total.
25. Jimmy Cayne: ningún CEO de las instituciones financieras jugó tanto golf como este señor. En el tiempo que le quedaba libre, luego de estos interminables torneos en las canchas de todo el mundo, se dedicó a contaminar su Banco, el Bear Stearns, con los instrumentos financieros más tóxicos del mercado. Eso si, nunca dejo de cobrar su estratosférico sueldo y las jugosas comisiones de cada una de estas operaciones.
*Revista USA, 2009.

martes, 17 de marzo de 2009

CRISIS MUNDIAL: obstáculos

PUNTO DE VISTA
La crisis y la arrogancia de Occidente
Por Leonardo Boff*

En todos los países se están buscando salidas para la crisis actual. Más que ante una crisis, estamos, a mi modo de ver, frente a un punto de mutación de paradigma, próximo a ocurrir. Pero está siendo aplazado e impedido por la arrogancia típica de Occidente. Occidente está perplejo: ¿cómo puede estar en el ojo de la crisis si posee el mejor saber, la mejor democracia, la mejor conciencia de los derechos, la mejor economía, la mejor técnica, el mejor cine, la mayor fuerza militar y la mejor religión?
Para la Biblia y para los griegos esta manera de pensar constituía el supremo pecado, pues las personas se situaban en el mismo pedestal de la divinidad. Pronto eran castigadas al destierro o condenadas a muerte. Llamaban a esta actitud hybris, que quiere decir, arrogancia y exceso. Oigamos a Paul Krugman, Nóbel de economía en 2008, en el New York Times del 3 de marzo: «Si quiere usted saber de dónde vino la crisis global, mire las cosas de esta manera: estamos viendo la venganza del exceso; así nos hemos empantanado en este caos y todavía estamos buscando una salida». ¿No se decía antes greed is good? ¿La ganancia en exceso es buena?
Presentemos otra cita del nada sospechoso Samuel P. Huntington en El choque de civilizaciones: «Es importante reconocer que la intervención en los asuntos de otras civilizaciones constituye probablemente la fuente más peligrosa de inestabilidad y de un posible conflicto global en un mundo multicivilizacional» . Huntington explica que es la arrogancia la que mueve a estas intervenciones. Los occidentales pretenden saber todo mejor. Johan Galtung, noruego, uno de los más preeminentes mediadores de conflictos del mundo, trabajó durante tres años tratando de mediar en la guerra de Afganistán. Se retiró, decepcionado e irritado, denunciando: «la arrogancia occidental impide cualquier acuerdo; éste sólo es posible a condición de que los talibanes se sometan totalmente a los criterios occidentales» .
Tal vez la forma más refinada de arrogancia fue y es vivida por el cristianismo, especialmente bajo el actual Pontífice. Ha rebajado a las otras Iglesias negándoles el título de Iglesias. Ha impugnado a las demás religiones como caminos hacia Dios.
Pero ha tenido antecesores más extremados: Alejandro VI (1492-1503) por la bula Inter Caetera dirigida a los reyes de España determinaba: «por la autoridad de Dios Omnipotente que nos ha sido concedida en san Pedro y como Vicario de Jesucristo os donamos, concedemos, entregamos y asignamos a perpetuidad con todos sus dominios, ciudades, fortalezas, lugares y villas, las islas y las tierras firmes halladas y por hallar». Nicolás V (1447-1455) por la bula Romanus Pontifex hacía lo mismo a los reyes de Portugal. Les concedía «plena y libre facultad para invadir, conquistar, combatir, vencer y someter a todos los sarracenos y paganos en cualquier parte que estuvieren y reducir a sus personas a servidumbre perpetua». ¿Se puede ir más lejos en exceso y en hybris? Se borró totalmente la memoria del Nazareno que predicaba el amor incondicional y que todos somos hermanos y hermanas.
La arrogancia de Occidente impide que los jefes de Estado, ante la actual crisis, se abran a la sabiduría de los pueblos y busquen una solución a partir de valores compartidos y de una visión integradora de los problemas de la Casa Común, herida ecológicamente. En los discursos de Barack Obama resuena la arrogancia típicamente estadounidense de que los EUA todavía van a liderar el mundo. Es un liderazgo montado sobre 700 bases militares repartidas por todo el planeta y provistas de armas de destrucción masiva capaces de diezmar a la especie humana y dejar tras de sí una Tierra devastada. Este liderazgo arrogante no lo queremos.


* Filósofo. Artículo publicado en Leonardo Boff 2009-03-13

domingo, 15 de marzo de 2009

Estado y Mercado: desregulación

Mientras más libre mercado, mejor
Por Pedro Francke*

"Mientras más mercado libre y menos Estado, mejor”, es la fe ciega que ha inspirado las políticas económicas durante 20 años en Estados Unidos y muchos otros países, incluido el Perú. Esta visión neoliberal ha generado mayor desigualdad en el mundo, ha creado un enorme problema ambiental y ha dejado más vulnerables a los trabajadores y a los pobres. En el Perú, el neoliberalismo logró cierto crecimiento económico, pichicateado en los últimos años por la mayor burbuja internacional de precios de los minerales que se haya visto en la historia. Pero la salud, la educación y la seguridad social no mejoraron, la exclusión y desigualdad se agravaron, y los problemas de contaminación ambiental se multiplicaron.
La crisis cuestiona frontalmente la ideología neoliberal
La crisis internacional ha echado por tierra esta idea de que mientras menos regulado esté el mercado y más chico sea el Estado, mejor. ¿Cómo puede hoy decirse que las empresas privadas operando en el “libre mercado” son muy eficientes, cuando los bancos y aseguradoras han perdido solo en Estados Unidos unos 3,6 trillones de dólares, 3,6 millones de millones de dólares, de dinero que el público les confió? ¿Cómo puede pensarse que el sistema de la propiedad privada desregulada es el mejor, cuando los accionistas dueños de Citigroup han perdido el 95% del valor de sus acciones – y hubieran quebrado si no fuera por el rescate gubernamental – mientras su gerentes se han pagado sueldos y bonificaciones de millones de dólares?
¿Cómo puede Jaime Cáceres Sayán, hasta hace poco presidente de la Confiep, seguir diciendo que la empresa privada libre es muy eficiente, cuando ING, dueña de la AFP Integra para la cual él trabaja, ha tenido que ser rescatada por el gobierno holandés con US$ 13,400 millones de dólares? ¿Y cuando los afiliados al Fondo 3 de las AFPs hemos perdido el 42% del valor de nuestro fondo durante el 2008, pero nos siguen cobrando las mismas elevadísimas comisiones? Cáceres Sayán defiende el libre mercado...a excepción de dejar en libertad a los que estamos en AFPs de salirnos de ese oligopolio.
Aunque la crisis internacional ha echado por tierra el neoliberalismo, eso no ha arredrado a algunos periodistas ideologizados como Juan Carlos Tafur. Ha argumentado que “la causa central de esta crisis es el monumental fracaso regulatorio antes que (…) atribuírselo al mercado”. Es justamente al revés: la crisis no se produjo porque hubiera demasiada regulación, sino porque esta fue muy poca, ¿o acaso los bancos norteamericanos daban préstamos hipotecarios subprime porque los obligaban?
Pero Alan García sigue en la extrema derecha neoliberal
El modelo neoliberal sigue aplicándose en el Perú. Los TLCs con Estados Unidos, China y Chile nos amarran a este modelo dando total libertad a la inversión extranjera. El Perú no podrá impedir que empresas chilenas asuman el control de empresas privadas en puertos, aeropuertos u otros servicios estratégicos (lo que Chile sí puede hacer) y les da derechos especiales a sus empresas a reclamar ante tribunales internacionales. Con estos TLCs, estaremos obligados a permitir la libre salida de capitales, precisamente cuando se hace evidente que esta movilidad de capitales ha sido uno de los factores de desregulación financiera que ha provocado y profundizado la crisis internacional.
Pero el gobierno de García no solo nos amarra en la propuesta neoliberal con los TLCs. También entrega servicios públicos críticos a empresas privadas en condiciones inadecuadas. El caso del proyecto Taboada es aleccionador. Según Brack Egg, esta obra nos costará US$ 150 millones de dólares al Estado, más otros 100 millones anuales a los usuarios. Se suponía que era para que no se siga contaminando el mar de Lima con los desagües, pero ni la Dirección General de Salud Ambiental ni el ministro del Medio Ambiente saben nada del tema. ¡Al ministro Brack ni siquiera le han querido dar el contrato por “razones de confidencialidad”! La forma de licitación escogida no establece las mejores condiciones para la segunda etapa que serviría para reutilizar las aguas tratadas.
Ahora viene la privatización del puerto de Paita, donde nuevamente se entrega un monopolio bajo condiciones de altas tarifas, asegurando las ganancias a las empresas privadas y cargando todos los riesgos al Estado. El fondo del asunto es que este gobierno sigue creyendo que mientras menos regulación y más ventajas a las grandes empresas, mejor, aunque se trate de un servicio público.
No son los primeros casos de concesiones mal hechas en el Perú. Así sucedió con la mal llamada “Vía Expresa” del Callao, donde sin que se hayan hecho mejoras nos cobraron peaje durante años a beneficio de la empresa favorita de Alex Kouri. Así sucede con el gas, que al aprobarse la exportación para que haga negocio una gran empresa asesorada por PPK, ya no podrá abastecer el mercado interno provocando el alza de tarifas eléctricas.
Tampoco son estos los únicos problemas del “libre mercado” en el Perú. La resistencia de Alicorp, del Grupo Romero, que controla el 60% del mercado nacional de aceites, a rebajar sus precios a pesar de la caída de los precios internacionales, es también reveladora. En nuestro país, no son pocos los casos en los que el “libre mercado” resulta ser un mercado controlado por unos cuantos oligopolios, con el Estado apoyando ese control o haciéndose la vista gorda.
Un nuevo equilibrio
La realidad mundial ha demostrado que el neoliberalismo es una mala política para el desarrollo de las naciones y el bienestar de sus habitantes. La crisis ha revelado con toda su crudeza los grandes problemas del neoliberalismo. Un mayor equilibrio entre mercado y estado, entre ganancias privadas e interés público, entre lo económico y lo socioambiental, es necesario.
Las recientes medidas de Barack Obama estableciendo impuestos a las sobreganancias petroleras, impulsando tecnología “verdes”, aumentando el gasto social y avanzando hacia un sistema de aseguramiento universal en salud, son un cambio – aún insuficiente– en este sentido.
En el Perú, sin embargo, todavía reina el neoliberalismo que ha llevado a este “capitalismo de amigotes”. En el que el “libre mercado” es en realidad un mercado dominado por oligopolios y se entregan concesiones monopólicas con grandes ventajas a las transnacionales a costa de los peruanos. Solo un gobierno comprometido con los peruanos y una ciudadanía activa podrán cambiar eso.

* Profesor. Artículo publicado en La República, 15/03/2009 de Lima

sábado, 7 de marzo de 2009

INSTITUCIONES BANCARIAS: publicas o privadas

PUNTO DE VISTA

Instituciones Bancarias

Por Thomas Jefferson*



Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta que un día sus hijos se levantarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron.



* Tercer Presidente USA, 1802



viernes, 6 de marzo de 2009

Circulo Agustino: Lego, ergo cogito

LEO, LUEGO PIENSO
Por Comité Editor*


La Congregación Agustiniana adoptó el lema «Tolle Lege» que sintetiza el mensaje de su fundador y que muestra el escudo del Colegio San Agustín de Lima -alma mater de sus exalumnos-, desde la visión que reza el himno del plantel de ser crisol de las ideas que sobre horizontes nuevos comienza a amanecer.

Qué duda cabe que al repetir las letras del lema y del himno agustiniano, durante años esenciales en la formación fundamental para la vida de un ciudadano y cristiano, los condiscípulos interiorizaron consciente e inconscientemente primero, que deben leer, leer y leer para instruirse, y luego el llamado a ser hijos de la patria y héroes de la fe.

Los amigos y condiscípulos de nuestra querida promoción empeñados en ser muestra viva de agradecimiento al esfuerzo de sus maestros y profesores que forjaron los cimientos de su formación ciudadana y cristiana, no podían dejar de dar respuesta en sus signos de representación y expresión colectiva al mensaje del lema e himno que los forjó.

En respuesta al lema «Tolle Lege», recogíamos de un lado el pensamiento agustiniano aplicado a nuestras experiencias de vida cristiana -recordándonos constantemente al paradigma de la autodisciplina-, quien pudo convertir debilidades en fortalezas hasta la santidad, y por otro lado el pensamiento cartesiano expresado en el término «Cogito, ergo sum», de lo más preciado del conocimiento científico adquirido en la vida profesional.

El eslabón en esta cadena de vida que une y fortalece en la fe y la razón a un pequeño círculo de amigos y condiscípulos agustinos, se materializa en el lema colectivo «Lego, ergo cogito» pues de un lado recibe el mensaje agustiniano de autodisciplina y del otro el rigor científico que cristaliza su propia existencia. Así, primero leo, luego pienso y finalmente existo.

En respuesta al himno agustiniano, para cristalizar nuestra existencia no podíamos dejar de dar testimonio de lo aprendido en la vida ciudadana y cristiana a nuestra comunidad nacional, pues al expresar nuestras experiencias y conocimientos debíamos ser crisol de ideas sobre horizontes nuevos que comienzan a amanecer, por tanto acometimos la tarea en equipo abierto y solidario de crear y mantener un sitio en el ciberespacio para la promoción en favor de las futuras generaciones.

* Comité Editor «Círculo Agustino», fundado en Lima el 13 octubre 2007. Artículo publicado el 6 de marzo del 2009 en página virtual de cuenta grupal: Promocion64sa


jueves, 5 de marzo de 2009

Crisis Mundial: actitud proactiva

PUNTO DE VISTA
No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo
Por Albert Einstein*

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla."
* Científico. Artículo publicado el 23 febrero 2009 en Buzzear de España