domingo, 11 de octubre de 2015

El corazón y las riquezas: la más grande de las riquezas es Dios



El relato del joven que se acerca a Jesús es bien conocido e incluso, Juan Pablo II lo utilizó como tema de reflexión en alguno de sus encuentros con la juventud.

Juan Pablo II hizo toda una serie de reflexiones sobre este texto aplicado sobre todo a los jóvenes. En realidad, es un texto que vale para los jóvenes como para los adultos porque, al fin y al cabo, se trata enfrentarnos con los retos de la novedad del Evangelio.

Lo curioso es que, como dice el Evangelio, se trataba de un joven rico, que lo tenía todo.

Tenía todo, pero no era feliz, su corazón seguía buscando algo más. Las cosas son necesarias, las riquezas son necesarias, pero no pueden llenar el corazón. El corazón es más grande que todas las riquezas. Recordemos lo de San Agustín: “Señor nos hiciste para ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti.”




Domingo 28 - B / 11 de octubre del 2015