martes, 31 de octubre de 2017

Quinientos años de la reforma en la Iglesia: Lutero, un monje agustino


5 consecuencias inesperadas de la revolución de Martín Lutero, el movimiento protestante que cambió al cristianismo

Fernando Duarte*
Quinientos años atrás se inició el movimiento protestante que cambió al cristianismo para siempre.
El 31 de octubre de 1517 Martín Lutero publicó su crítica contra la Iglesia católica y su centro de poder en Roma que lanzó la Reforma.
El ataque de Lutero contra la iglesia tuvo muchas consecuencias, aunque algunas "secuelas colaterales" podrían sorprender a aquellos conocedores del Gran Cisma.

A continuación, te contamos cinco efectos inesperados de esta revolución religiosa.

1. Inclusión de mujeres y homosexuales
Lutero denunció el celibato como una práctica universal para el sacerdocio y se casó con una exmonja, Katharina von Bora, en 1525.
La unión de esa pareja estableció las bases de otros cambios dentro de la propia Reforma.
Denominaciones como la Metodista han ordenado a mujeres al clero por más de 200 años.
Más recientemente, a pesar del clamor de las alas más conservadoras, la Iglesia Episcopal en Estados Unidos empezó a ordenar sacerdotes de la comunidad LGBT.

2. La improbable inspiración al movimiento de derechos civiles en Estados Unidos
En 1934, un pastor estadounidense, Martin King, visitó Alemania para asistir al Quinto Congreso de la Alianza Mundial Bautista, en Berlín.
De vuelta a casa, el pastor optó por añadir Lutero tanto a su nombre como al de su hijo, en homenaje al rebelde cristiano del siglo XVI.
Ese hijo, Martin Luther King Jr., se convertiría en una de las figuras más influyentes del siglo XX, ganador del Premio Nobel de la Paz y mártir en la lucha por los derechos de los afroestadounidenses.

3. El "vínculo nazi"
No es ninguna novedad que el antisemitismo existía en Alemania —y otras partes de Europa— mucho antes del ascenso al poder del Nacional Socialismo. Pero pocos conocen que Lutero plantó las semillas de ese sentimiento en la región que llegó a convertirse en la nación alemana.
Hasta 1536, Lutero había sido un entusiasta de la idea de convertir a los judíos al cristianismo como parte de la Reforma. Sin embargo, fracasó en la misión y su reacción fue la publicación, en 1543, de un tratado llamado "Sobre los judíos y sus mentiras".
El documento de 65.000 palabras denunciaba a los judíos e instaba a su persecución, incluyendo la quema de sus sinagogas y el uso de rabinos para trabajos forzados.

4. Una base para Bach

Como parte de su lista de reformas, Lutero abogó por cambios al oficio de la misa.
Entre otras cosas, quería darle mayor importancia al canto en la iglesia, señalando los coros como parte integral de la experiencia espiritual.
La iniciativa condujo al desarrollo de la música coral en Alemania. Uno de sus mayores exponentes fue Juan Sebastián Bach, que se nutrió de la filosofía de Lutero para componer sus famosas cantatas.

 

5. "Brexit medieval"

No es sorpresa que Lutero no era una figura de devoción en Roma.
En enero de 1521, el papa León X excomulgó al rebelde monje alemán de la Iglesia católica.
Esa decisión no pudo evitar la propagación de sus ideas por todos los espectros sociales, desde los campesinos resentidos del clero privilegiado hasta los poderosos príncipes alemanes.
Estos últimos estaban ansiosos de desafiar la hegemonía de Carlos V, el monarca del Sacro Imperio Romano, un complejo bloque de territorios multiétnicos en Europa Central.
El Sacro Imperio Romano se dividió a lo largo de líneas religiosas y nacionalistas, que condujeron a conflictos armados como la sangrienta Guerra de los Treinta años (1618-48).
Su desenlace fue la gradual fragmentación del imperio hasta su disolución formal en 1806.


NOTA DEL EDITOR
* Periodista BBC. Artículo publicado en BBC Mundo el 31/10/2017.   http://www.bbc.com/mundo/noticias-41815739

miércoles, 25 de octubre de 2017

Espiritualidad y religiones: antropología y humanidad

 ¿Enseñanza religiosa o enseñanza de las religiones e iniciación a la vida del espíritu? 
Lo más importante sería sin embargo iniciar a los estudiantes en la espiritualidad, tal como es entendida hoy por los estudiosos. No se trata de una derivación de la religión, cosa que también suele darse, pero, en principio la religión no debe confundirse con la espiritualidad ni tiene su monopolio. La espiritualidad es un dato antropológico básico humano, como lo es la inteligencia, la voluntad o la libido.
El ser humano además de poseer una exterioridad (cuerpo) y una interioridad (psique), tiene también una profundidad (espíritu). El espíritu es aquel «momento» de la conciencia por el que cada uno se capta a sí mismo como parte de un todo y se pregunta por el sentido de la vida y de su lugar en el conjunto de los seres.
Tal vez mejor que un filósofo, un escritor pueda iluminarnos sobre el espíritu y la vida del espíritu. Antoine de Saint Exupéry, autor de El Principito, dejó una carta póstuma de 1943, publicada solamente en 1956, y titulada “Carta al General X”, en la dice: “No hay más que un problema, solamente uno: redescubrir que existe una vida del espíritu que es todavía más alta que la vida de la inteligencia, y que es la única que puede satisfacer al ser humano”, (Dar un sentido a la vida, Macondo Libri 2015, p. 31).
Para él, la vida del espíritu o la espiritualidad está hecha de amor, de solidaridad, de compasión, de compañerismo y de sentido poético de la vida. Si se cultivase esta vida del espíritu no se hubiera dado el absurdo de millones de muertos de la segunda guerra mundial. Es lo que hoy necesita más el mundo. Por estar la vida del espíritu cubierta de un manto de cenizas de egoísmo, indiferencia, cinismo y odio, es por lo que las sociedades se han vuelto inhumanas. Saint Exupéry llega a decir: “tenemos necesidad de dios” (p. 36).
NOTA DEL EDITOR
* Filósofo. Extracto de artículo publicado en Servicios Koimonia el 6/10/2017. Consulta el 25/10/2017.     http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=856