“Somos, en efecto, todos a la vez y cada uno en particular, templos suyos, ya que se digna morar en la concordia de todos y en cada uno en particular” (CD 10,3,2): proverbio agustino comentado
PUNTO DE VISTA
El contenido esencial de este proverbio se centra en la comunidad cristiana de vida, tanto por la persona humana como individuo en particular, así como por la reunión de tales personas en colectividad donde mora el Señor en la concordia de todos.
Por nuestra propia naturaleza personal, Dios nos convierte en templo suyo donde habita en cada uno de nosotros para seguir individualmente nuestros proyectos de vida, únicos e irrepetibles.
Por la naturaleza espiritual de nuestra reunión en comunidad cristiana, el Señor se digna morar en la concordia de todos y en cada uno en particular, para nuestra protección y proyección en conjunto por el bien común.
Para el pensamiento agustiniano la presencia del Señor se da en todos los cristianos a la vez y en cada uno en particular, privilegiando la concordia en colectividad de todos y en la individualidad de cada uno. Así mismo, se nos pide a todos los cristianos seguir y perseverar en nuestros proyectos de vida en forma individual y colectiva en comunidad, comprometiéndonos en colaborar por el bien común de todos y cada uno.
"Una oración Dios siempre la escucha":
¡Señor, fortalece nuestra comunidad cristiana por el bien común!
¡Señor, incrementa nuestra fuerza de voluntad para seguir tu ejemplo!
¡Señor, bendice nuestra capacidad de actuar con el ejemplo!
Miércoles, 31 de agosto de 2022.
