“En cuanto a bienes espirituales, considera tuyo lo que amas en el hermano, y él considere suyo lo que ama en ti” (S 205,2).
PUNTO DE VISTA
El contenido esencial de este proverbio está en el amor de Dios través de la fraternidad que supera a la solidaridad para con el prójimo, porque la unión en la fé como hijos del mismo padre nos fortalece a todos los cristianos.
Compartir los bienes espirituales con el prójimo, nos asegura cumplir con toda fidelidad y caridad el mandamiento cristiano de “amar al prójimo como a uno mismo”.
Para el pensamiento agustiniano la fraternidad se da en el compartir los bienes espirituales recibidos para con todos como hijos de Dios, considerando como propio todo lo que se ama para con el prójimo.
"Una oración Dios siempre la escucha":
¡Señor, fortalece el amor para con nuestra comunidad humana!
¡Señor, incrementa nuestra capacidad de amar a través de compartir los bienes espirituales recibidos!
¡Señor, permite que nos acerquemos cada vez más a ti!
Miércoles, 30 de noviembre de 2022.
