“Nos hiciste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti” (C 1, 1, 1).
PUNTO DE VISTA
El contenido esencial de este proverbio está en el infinito amor de Dios a los seres humanos, que al crearnos a su imagen y semejanza nos hizo por Él y para Él.
Compartir el amor de Dios con los seres humanos como hijos de un mismo padre, nos compromete ante la gracia de Dios a participar de su presencia desde ahora y para siempre.
Para el pensamiento agustiniano el amor de Dios tiene sentido al vivir en su presencia desde hoy y para siempre, porque Dios es amor al compartir su Gracia con todos y cada uno de los seres humanos.
"Una oración Dios siempre la escucha":
¡Señor, fortalece nuestro corazón por tu amor!
¡Señor, incrementa nuestra capacidad de compartir!
¡Señor, no permitas que nos separemos de ti!
Domingo, 30 de abril de 2023.