“Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo
que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.”
PUNTO DE VISTA
Este proverbio se ubica en la relación entre el Creador y el hombre, criatura hecha a su imagen y semejanza. Ser humano, que puesto a prueba en esta vida terrenal, es trascendente a la vida eterna.
Dios al compartir su creción con el hombre, lo invita a participar libre y responsable para perfeccionar su obra. El hombre es libre de hacer lo que puede y con ayuda de Dios en hacer lo que no puede, pero siempre responsable de lo que puede hacer o evitar de hacer.
Hoy vivimos una pandemia global que pone a prueba al ser humano en el ámbito de su libertad responsable para con la creación del Señor, invitandonos a reflexionar y actuar individualmente por la humanidad en su conjunto.
Situación que exige una solución integral y total, porque desborda cualquier capacidad disponible unilateral de las naciones e individual de la persona humana, que precisa de solidaridad y generosidad, pero de pedir mucha ayuda a Dios en lo que no se puede para que se pueda resolver.
¡Señor, gracias por compartir tu creación!
¡Ten piedad de nosotros!
¡Aumenta nuestra fé e ilumina nuestra razón!