“El hábito, si no se resiste, al poco tiempo se vuelve una necesidad.”
PUNTO DE VISTA
Con este proverbio se invita a reflexionar sobre la relación entre el hábito y la necesidad, teniendo en cuenta la capacidad propia de resistir del ser humano para oponerse y rechazar toda práctica innecesaria.
Cuando nos referimos a un hábito lo hacemos pensando en un acto que tomamos por costumbre que genera derecho, y decimos que es una acción que alguien realiza tantas veces que se vuelve un hábito, que sin oposición crea una necesidad que obliga.
El criterio de regulación de un hábito que se convierte en costumbre que obliga, es resistirse a la práctica del hábito que se vuelva en una norma de la vida de relación no deseada por innecesaria e injusta.
Por interpretación en contrario, hay hábitos que no se resisten porque se aceptan y se tienen por necesarios, que pronto se vuelven normas justas y equitativas para la vida de relación humana.
La pandemia global que sufre el ser humano es una prueba muy dura de muchos hábitos que afectan su vida de relación material y espiritual, por prácticas injustas e innecesarias que deben resistirse por oposición constante y permanente.
Esta situación nos motiva a asumir una actitud decidida y comprometida de colaborar con el plan de Dios, que comprende de la temporalidad de vida inmanente en este mundo a la vida trascendente en presencia de Dios.
¡Espíritu Santo, aumenta nuestra fé e ilumina nuestra razón!
¡No permitas que nos habituemos a nada injusto e innecesario!
¡Qué hagamos hábitos justos y equitativos de vida de relación humana!
Domingo, 31 de mayo de 2020
