“Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti.”
PUNTO
DE VISTA
Este proverbio agustiniano, que tiene plena
vigencia en el contexto actual, contiene dos fundamentos cristianos,
estrechamente relacionados en principio y fin con la Gracia del Señor: Creación
y Salvación. Por un lado, el infinito amor de Dios por compartir su Obra con
una criatura hecha a su imagen y semejanza y sin contar con su consentimiento; y,
por otro lado, la condición imprescindible de contar con el consentimiento
humano para que cada quien pueda gozar de la vida eterna en presencia de Dios.
El contenido esencial del proverbio reflexionado que
lo sustenta es el amor, porque Dios es amor que lo puede todo, y es infinita
misericordia respecto de la voluntad libre y responsable del ser humano por ser
parte de su Gracia.